Edificio de 46 viviendas en Fabra i Coats, Barcelona, uno de los diversos ejemplos de arquitectura frugal  (Roldan&Berengué).

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Más allá del individualismo y la posesión: arquitectura frugal

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En 2018 nacía el concepto de arquitectura frugal, una tendencia que alerta de los peligros de seguir actuando como hasta el momento y que pone el foco en una arquitectura social, sostenible. En la que prime, por encima de todo, el respeto y la sobriedad.

Parco, sobrio, moderado, ligero o mesurado. Así define la RAE el concepto de frugal, un término que, desde hace unos años, forma parte de las nuevas tendencias en arquitectura y en construcción bajo la etiqueta de arquitectura frugal.

Según Toni Solanas, arquitecto y miembro del Grup de treball Salut i Arquitectura que, actualmente, está incluido en la Agrupació Arquitectura i Sostenibilitat del Col·legi d'Arquitectes de Catalunya, la ecología, la sostenibilidad, el medio ambiente y la arquitectura aún tienen mucho recorrido por mejorar de manera conjunta. En realidad, para el arquitecto, se relacionan «poco y mal».

Sin obviar algunas excepciones, recuerda que «el sector de la construcción sigue siendo un gran contaminante y, por lo tanto, continúa colaborando al cambio climático».

Vista exterior del Edificio Magalhaes

Edificio Magalhaes en el barrio del Poble Sec de Barcelona (Betarq).

La arquitectura frugal busca nuevas construcciones respetuosas con el medio ambiente y donde la neutralidad de los recursos y el cooperativismo social sean la piedra filosofal

Las cifras son claras: la construcción es responsable, aproximadamente, del 23% de la contaminación del aire, del 40% de la contaminación del agua potable y contribuye al 50% de los residuos depositados en vertederos. De hecho, este sector es el responsable de, aproximadamente, el 40% de las emisiones de COde todo el planeta.

Ante tal contexto, no queda otra que impulsar iniciativas que reformulen la industria. Según la ONU, las emisiones directas de los edificios deben reducirse a la mitad en los próximos cinco años si verdaderamente se quiere asumir la neutralidad climática en 2050.

Manifiesto arquitectura frugal

Philippe Madec, Dominique Gauzin-Müller y Alain Bornarel, arquitectos responsables del manifesto por una arquitectura frugal (Frugalite.org).

Cooperativismo: la arquitectura reemplaza el individualismo reinante

De todas estas inquietudes y necesidades nació hace unos 7 años el concepto de Arquitectura Frugal a través de un manifiesto de frugalidad feliz impulsado por los arquitectos Dominique Gauzin Muller, Alain Bornarel y Philippe Madec, que volvía a poner sobre la mesa la mala praxis del sector. Eso sí, también mencionaba semillas de posibilidades que empiezan a germinar en todo el mundo.

Los principios que defiende la arquitectura frugal son claros y se encaminan hacia un mundo mucho más cooperativo y solidario. El manifiesto apunta al respeto, el uso compartido que desplaza a la posesión, la sobriedad frente al despilfarro o lo común que se impone a lo privado. 

La arquitectura frugal, añade Solanas, reclama una nueva economía. Una verdaderamente «cooperativa social y solidaria en la que lo comunitario reemplaza al individualismo reinante». Para ello, es indispensable «la frugalidad en la energía, los materiales, las técnicas y el territorio», apunta el arquitecto.

Un ejemplo: la frugalidad en energía es fomentar la ventilación natural, el enfriamiento pasivo, la recuperación de las aportaciones gratuitas de calor y la inercia térmica, la concepción bioclimática y otros avances que permiten reducir al mínimo los consumos. 

El diseño austero y sencillo, la reutilización y la economía circular deben formar parte de esta nueva manera de ver, entender y llevar a cabo la arquitectura. Uno de los grandes principios que defendían los autores del manifiesto es que la frugalidad requiere de inteligencia colectiva e invención.

Interior de l'edifici La Col

Interior del Edificio La Col en Barcelona, un ejemplo de arquitectura cooperativa y, por tanto, frugal (Lluc Miralles).

Los principios de la arquitectura frugal urgen a usar correctamente los recursos naturales, a crear edificios sobrios y a abandonar el concepto de posesión a favor del cooperativismo

Todo para que el edificio no sea únicamente una construcción más o menos inteligente, sino el fruto de las ideas y los usos de sus habitantes.

El despegue de la madera y los recursos naturales

Este manifiesto reúne, en la actualidad, a más de 16.000 expertos y ciudadanos de más de 90 países, entre los cuales también España. Desde 2018, se ha logrado ir avanzando, poco a poco, en las ideas de Muller, Bornarel y Madec.

Y aquí, la innovación juega un papel importantísimo, considera Toni Solanas. Aunque remarca que siempre «según qué innovación». Porque para el arquitecto no es tan simple como afirmar que «todo lo nuevo es mejor que lo viejo».

Viviendas sociales Cornellà de Llobregat

La frugalidad impulsa el uso adecuado de los recursos de la tierra, la sobriedad, la simplicidad y la sostenibilidad, con una idea clave: el futuro es ancestral. En la imagen, edificio de 85 viviendas sociales en Cornellà de Llobregat (Peris&Toral).

 

De hecho, en la construcción, los materiales tradicionales suelen ser mejores que los nuevos y él lo ejemplifica con la madera o, incluso, la tierra. Son recursos naturales que están logrando un gran impulso y que «ayudan a mejorar algunos de los sistemas industrializados nuevos», opina. Los aislantes basados en materiales naturales, y que ejemplifican esta frugalidad en los materiales, representan cerca del 10% del mercado y avanzan anualmente ese mismo porcentaje.

Pero no solo eso, hay que recordar que los materiales de construcción o los sistemas pueden afectar negativamente no solo al futuro del planeta, también tienen un gran impacto en la salud de las personas. Solanas es un gran conocedor de esta relación. Así, fue el arquitecto responsable de rehabilitar La Fábrica del Sol, un edificio modernista diseñado en 1907 y que ahora, abierto al público, es un ejemplo de eficiencia energética, uso de recursos renovables y espacios pensados para la ciudadanía y el cooperativismo.

Finalmente, no hay que olvidar que en España hay más de 400.000 viviendas vacías. Por eso, la sostenibilidad pone el foco en construir con materiales naturales, pero también recuerda que es importante, antes de edificar nuevas construcciones, aprovechar, rehabilitar y remodelar las que ya existen. Si no está contención y frugalidad no tendrían sentido.

Edificio Cuenca en Granada

Edificio Cuenca en Granada (Bosai Arquitectos).

Y, para acabar, una propuesta. La Agrupación Senior del Col·legi d'Arquitectes de Catalunya va a llevar a cabo, próximamente, una serie de sesiones sobre las mejores soluciones para conseguir una vivienda más eficiente y social. Porque Toni Solanas tiene claro el mensaje final: la sobriedad y la sostenibilidad pueden, y deben, redefinir el futuro de la construcción y la arquitectura. «Si no es así, estamos abocados a un futuro muy negro», sentencia.

 

 

Ángela Zorrilla
Redacción Escola Sert

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