
BTA Arquitectura fue el despacho responsable de la rehabilitación del Hivernacle de la Ciutadella, abandonado durante años (BTA)
Conocer los edificios para rehabilitarlos
Cada proyecto de rehabilitación de edificios es una historia en sí misma. Marta Urbiola, arquitecta especializada del despacho BTA Arquitectura, nos explica que hay que conocer el pasado y la historia de los edificios para poder saber qué necesitan y compaginar la originalidad con las nuevas normativas y tendencias.
En 1888, el Hivernacle de la Ciutadella causó sensación y simbolizó lo que se conoció como la arquitectura de hierro. Pero pasaron los años y el edificio cayó en un estado de abandono deplorable, indigno de la ciudad, pero ahora su rehabilitación global e integral rejuvenece la historia de un edificio arquitectónico singular.
Es uno de los proyectos de rehabilitación de BTA Arquitectura más reconocidos en los últimos años, con el que han logrado convertir este lugar en un auténtico invernadero del siglo XXI, adecuado a nuestros días, usos y costumbres.
Una de las responsables del proyecto, Marta Urbiola, vocal de la Agrupació d'Arquitectes per a la Defensa i la Intervenció en el Patrimoni Arquitectònic (AADIPA) y arquitecta asociada especializada en rehabilitación del despacho BTA Arquitectura, nos explica que el reto en proyectos como este es que lo que hacen los profesionales... no se note.
El Hivernacle es, además, la muestra de que la rehabilitación de edificios singulares y entornos protegidos resulta indispensable -y una tarea llena de etapas y retos- para conservar el patrimonio arquitectónico de las ciudades, así como para avanzar hacia un nuevo entorno más integrador y dinamizador.

La rehabilitación del Hivernacle se inició con un estudio de la evolución histórica y arquitectónica del edificio, gracias a fotografías antiguas, calas realizadas en obra y con el estudio de color del edificio en el momento de su inauguración en 1888.(BTA Arquitectura).
La rehabilitación se ha convertido también en una de las mejores estrategias para ofrecer mayores alternativas al acceso a la vivienda.
De patrimonio histórico a viviendas actualizadas: de Ciutat Vella al Eixample
Además de preservar el patrimonio, la rehabilitación se ha convertido también en una de las mejores estrategias para ofrecer un mejor acceso a la vivienda a la población. Tal y como explica Marta Urbiola, la práctica más habitual hoy en día es "la reforma integral del edificio manteniendo el uso de vivienda".
Esto es muy habitual dentro de Barcelona, por ejemplo, en los distritos del Eixample o de Ciutat Vella, donde hay mucho edificio modernista y protegido que es necesario mejorar y adaptar a las nuevas demandas sociales y normativas. Pero no siempre puede rehabilitarse todo un mismo bloque de pisos. "También nos encontramos con comunidades de vecinos que quieren actuaciones más pequeñas como la remodelación de vestíbulos, restauración de fachadas, patios...", añade.
- Concretamente en Ciutat Vella, la arquitecta nos cuenta que se están realizando varios proyectos de colocación de ascensores “por la mejora de la accesibilidad”.
- Y, en el Eixample, “se cambian los antiguos ascensores por nuevos o se realizan actuaciones de supresión de barreras arquitectónicas eliminando escalones de acceso”.

Proyecto de restauración en el Passeig de Sant Joan de Barcelona que ha permitido, con la complicidad de artesanos restauradores, devolver la vida a un edificio antiguo que atesoraba grandes valores patrimoniales, recuperando pavimentos de cerámica Nolla, falsos techos con molduras originales, así como carpinterías interiores y exteriores (BTA Arquitectura).
Normativas y oportunidades para proteger recuperar los edificios
Más allá de diseños y propuestas arquitectónicas, Marta Urbiola recuerda que los edificios se rigen por unas normativas de protección patrimonial, "que son las que te dirigen el proyecto". Por la forma de trabajar de BTA, esto no supone ninguna barrera, explica, “sino que lo vemos como un acompañamiento”.
Y es que, en definitiva, "estas normativas quieren proteger y recuperar los edificios", resume. Por eso, obligan, en muchos casos, a recuperar los acabados originales, por ejemplo, que hay debajo de las capas de pintura.

Otro ejemplo de rehabilitación, en este caso de una infraestructura hospitalaria, el pabellón del antiguo Hospital de l'Esperit Sant, a Santa Coloma de Gramenet. Se modificó la distribución interior y la recuperación de los cerramientos exteriores para devolverle el aspecto original, tanto desde el punto de vista compositivo, como de material y color. (BTA Arquitectura)
Cada proyecto de rehabilitación es un reto que debe combinar la perseverancia con la originalidad y normativas actuales.
Cuidar el patrimonio existente
La realidad es que, además de modernizar o embellecer edificios, se trata de cuidar un patrimonio existente. La parte más compleja es, para Marta Urbiola, "saber cómo era antes para poder recuperar su imagen original".
A veces, hay que trabajar en edificios que han sido previamente tan transformados que cuesta encontrar la originalidad y la arquitecta tiene algo muy claro: es básico conocer el edificio para poder rehabilitarlo.
Lo ejemplifica con la modernización de una masía. En este tipo de rehabilitación es imprescindible, dice, saber cómo ha sido su evolución, sus fases de construcción, sus posibles elementos desaparecidos, etc. Esta información marcará el qué (y cómo) se recupera.
Al final, cada proyecto es, según la experta, todo un reto que debe combinar la perseverancia con la originalidad y normativas actuales. Y todo esto siendo bsolutamente "respetuoso", incluso cuando se superpone "la necesaria modernidad".
El secreto, por tanto, para encontrar la fórmula mágica es “elegir sistemas de instalaciones con diseños neutros y trabajar los colores y texturas de los nuevos materiales”. BTA Arquitectura, con más de 35 años de experiencia en rehabilitación histórica, suele trabajar, por ejemplo, en madera. Por su pulcritud y ligereza y porque permite hacer capas de compresión y ahorrar recalzar edificios.

La rehabilitación del patrimonio también incluye el pasado industrial. Como en el caso de Les 3 Xemeneies de Sant Adrià del Besòs, un espacio emblemático que se acondicionó para la celebración del festival Manifesta. (BTA Arquitectura)
"Me encanta encontrarme los esgrafiados en los que la técnica, los materiales y las herramientas se han mantenido a lo largo de los años. Ver cómo el estucador coge su navaja y corta el estuco es todo un lujo".
El valor patrimonial y de los artesanos
Cuando se rehabilita un edificio en un entorno protegido, deben llevarse a cabo ciertas intervenciones como la recuperación de escaleras o pavimentos. Generalmente, "se empieza por conocer el estado de la estructura llevando y valorar las posibles actuaciones de refuerzo que deben hacerse", argumenta la arquitecta. En el caso de tener que hacerse este refuerzo, debe encontrarse la mejor solución, "que siempre es única para cada edificio", explica Urbiola.
Todas estas actuaciones se pueden realizar por arriba -desmontando pavimentos-, o bien por debajo, casos en los que hay que desmontar falsos techos. ¿Y cómo saberlo? La arquitecta experta en rehabilitación considera que el valor patrimonial de estos elementos es primordial a la hora de tomar la mejor decisión en cada caso.
Para cuidar cada detalle, todavía hoy se trabaja con estucadores o yeseros, perfiles profesionales muy tradicionales y que hacen un trabajo único. “Me encanta encontrarme los esgrafiados en los que la técnica, los materiales y las herramientas se han mantenido a lo largo de los años. Ver cómo el estucador coge su navaja y corta el estuco es todo un lujo”, sonríe. En este sentido, el gran reto es cómo afrontar el relevo generacional de estas técnicas y de otras artesanías que son, en su mayoría, tradicionalmente familiares.
Y, por último, una gran duda: ¿qué se hace con todos los elementos patrimoniales de valor que se puede encontrar el equipo durante una rehabilitación de un edificio? La regla primordial es intentar conservar siempre todo lo posible. A partir de aquí, cada proyecto es singular y ofrece un nuevo reto a resolver.
En algunos casos, las barandillas antiguas de la escalera ya no cumplen normativa y deben cambiarse o, en otros, los arrimaderos originales de las escaleras, por ejemplo en edificios del Eixample, se pueden recuperar y conservar después de decapar varias capas de pintura.
Como decíamos, cada proyecto de rehabilitación tiene su propia historia. Y conocerla, como insiste Marta Urbiola, es el primer paso para que el resultado final cumpla todos sus objetivos.
Àngela Zorrilla
Una redactora que no necesita rehabilitación